martes, 21 de septiembre de 2010

Camiones en la ruta.

Desde chico, una de las cosas que me produce mas placer, es conducir (manejar, como se dice en mi pais) esa sensacion de poder controlar algo que es mas fuerte que uno, que podemos llevarlo a donde nosotros querramos y de la forma en que querramos, siempre me llamo la atencion, hasta llegar al punto de disfrutar mientras conduzco el vehiculo de la familia. En mas de una oportunidad (por no decir muchas) mi esposa me mira y me pregunta, “a vos te gusta mucho manejar, no?” evidentemente, se nota que disfruto mientras lo hago. Pero desde hace un par de años a esta parte, estoy notando que hay algo que me molesta, y bastante, y esto es cuando me toca ir detras de un camion. No es por el hecho de tener que ir mas despacio ,ya que en la ciudad, para el camion es mas dificil maniobrar, por su tamano y por su peso, ni por tener que mantener cierta distancia , porque como todos sabemos, o deberiamos saber, los frenos de un camion son mucho mas poderosos que los de cualquier automovil,sino que lo que realmente me molesta, me perturba y me intranquiliza, es que no se lo que esta delante del camion, lo que va pasando delante de esa tremenda mole. Cuando nos colocamos detras de un vehiculo mucho mas grande que el nuestro, este nos tapa todo el panorama visual, a tal punto que nos debemos conducir a la velocidad que lo esta haciendo este vehiculo, sin saber siquiera lo que tenemos por delante. Talvez delante del camion existe todo un mundo de espacio en el cual nos podriamos mover a mucho mas velocidad o con mucho mas libertad, pero en ese momento es imposible para nosotros visualizarlo porque hay algo que nos esta obstaculizando la vision. En el momento que pensaba en esto la ultima vez que me ocurrio, senti muy profundamente una sensacion diferente, como que de eso deberia tomar una ensenanza para mi vida, hasta que reflexione y me di cuenta que es verdad,que no nos damos cuenta , o que talvez si nos damos cuenta, pero que estamos tan estancados o tan acostumbrados a esta vida, en la cual nos marcan a la velocidad que tenemos que ir, que nos tapan la visual y no nos dejan ver que delante de esa “mole” que siega nuestra vision, hay un mundo infinito, que aquel que un dia paso a nuestro lado y nos dijo, “deja todo, ven, sigueme” nos regalo, para que nosotros hoy pudieramos disfrutar de la forma y la manera en que a El le parece bien. Hemos sido puestos en esta ruta, en esta avenida, en este camino, para que nosotros marquemos el ritmo al cual debemos andar,por supuesto, no todos al mismo ritmo o a la misma velocidad, El tiene un ritmo especifico para cada uno, y debemos de saberlo , respetarlo y cumplirlo, pero si todos tenemos una misma meta a la cual debemos alcanzar, la misma imagen de Jesucristo en nuestra vida. Lo cierto es que en esta ruta existen infinidad de “camiones” que se nos meten, o quieren meterse delante nuestro, para hacernos desviar o frenar , y asi , tapar nuestra vision, y no dejarnos ver todo lo que tenemos por delante. Unos tendran un “camion”, otros talvez mas de uno, pero todos, de una manera o de otra, tenemos delante nuestro, obstaculos que no nos dejan avanzar hacia nuestro objetivo, para unos el obstaculo puede ser personal (familia, amigos,etc) para otros laboral, talvez espiritual (cosas de nuestra vieja naturaleza que no hemos vencido),economico o sentimental, cual fuere, para todos hay una respuesta victoriosa en Jesus. Todos estamos transitando por esta ruta, y todos, sin exepcion, tendremos algun camion que se nos ponga delante para molestarnos, para no ver con total claridad lo que tenemos por delante, para no dejarnos avanzar, lo tuvieron TODOS los grandes hombres de Dios a travez de la historia de la humanidad, lo padecio el propio Jesucristo, porque seriamos la exepcion ? si realmente somos SINCEROS,INTEGROS Y HONESTOS, y queremos avanzar hacia la meta a la cual hemos sido llamados, es hora de poner en practica todo lo que durante tanto tiempo hemos aprendido. Se nos a dado un “vehiculo” con los medios necesarios (la oracion y la palabra del Señor), la capacidad necesaria ( la fe) y la potencia suficiente ( el Espiritu Santo)para poder sobrepasar a cualquier “camion” que nos quiera obstruir el camino. Ya no depende del Dador del vehiculo, sino de nosotros que estamos al volante. Intentalo, y veraz que valio la pena.

Con amor en Cristo…………

Hector Richard Del Pino

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